El uso de Internet trae asociado muchas ventajas, así como algunos inconvenientes. Entre otros inconvenientes, uno de los más habituales son los secuestradores del navegador web (se traduce de los términos ingleses Browser Hijackers). No es uno de los ataques más peligrosos, ya que en general no se roban información del usuario ni se realizan estafas. Pero como cualquier ataque, sí que compromete la seguridad, por lo que no se puede tomar a la ligera.

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Los secuestradores del navegador suelen ser muy engorrosos para el usuario. Esto se debe a que cambian la página de inicio, impidiendo cambiarla. También instalar barras de herramientas (toolbars), bloquean el acceso a webs, redirigen todas las búsquedas hacia otras webs, y un sinfín más de opciones. Pueden llegar incluso a falsear los resultados que nos ofrecen los buscadores de internet.

La puerta de entrada de este tipo de amenaza es muy similar a la de cualquier otra. Habitualmente nos pueden llegar o a través de correos electrónicos maliciosos (SPAM) o bien a través de la descarga de programas desde páginas no oficiales. También es muy habitual en webs de juegos o de contenido adulto, en las cuales se solicita al usuario que instale un software adicional para el correcto funcionamiento del contenido. Una vez se ha instalado el software, el secuestrador toma el mando.

Para detectar si un equipo está afectado por alguno de estos secuestradores hay varios síntomas que nos pueden ayudar en su diagnóstico. No tienen por qué cumplirse todas ellas, pero si nos aparece alguna podemos sospechar que hemos estamos siendo víctimas de un browser hijacker.

• Se cambia la página de inicio del navegador y no se nos permite modificarlo, o aunque se restaure permanece apareciendo otra que no es la nuestra.
• Nos aparecen más anuncios de los habituales cuando navegamos, muchos de ellos en ventanas emergentes.
• Se nos instalan barras de herramientas que no somos conscientes de haber instalado.
• Se nos bloquea el acceso a determinadas webs. En especial se suelen bloquear todas aquellas donde podemos encontrar software de limpieza de malware.
• Se redirige el tráfico a otras webs que no son las que nosotros escribimos.
• El ordenador se ralentiza mucho. Puede ser provocado por todo el software que se nos ha instalado, que se ejecuta al arrancar el equipo.

Una vez está el secuestrador en marcha, no nos queda otra que eliminarlo. Para ello habrá que saber de qué tipo de secuestrador se trata, ya que no todos se comportan de la misma manera. Hay que vigilar con la información que circula por algunas webs de Internet, que ofrecen programas que desinstalan virus y otras infecciones. Podría tratarse de software malicioso que nos dirá que nos ha eliminado la infección que nos afectaba y nos inyectará otra. En caso de tener dudas es mejor contactar con un profesional que nos ayude en la eliminación de este tipo de ataques.

Para prevenir que nos vuelva a suceder algo similar, hay que recordar siempre que es importante mantener todo nuestro software actualizado y contar con un buen antivirus, el cual también deberá estar actualizado. No está de más revisar el equipo periódicamente con limpiadores de malware adicionales a nuestro antivirus. Y también ser cautos a la hora de navegar por internet y especialmente cuando descargamos archivos.